LA LÁGRIMA
Corrió a su encuentro gritando su nombre, se acercó a la puerta y lo besó efusivamente.
Le acarició la nariz y lanzó una sonora carcajada.
Fui caminando por la calle, alejándome de ellos y las lágrimas comenzaron a caer.
La tristeza se apoderó de mí y me obligué a pensar que había tenido la suerte de correr a su encuentro y besarlo muchas veces.
Había vivido esa escena, quizá eso era lo importante.
1 comentario
Rosendo -
Y propias. Presencia
de lo inalcanzable.
Júbilo en la mirada triste,
alambique
que destila lágrimas
y aspira tan sólo
a encontrar la sonrisa.
Plenitud.