Eduardo Haro Tecglen
Ayer cuando leí que estabas en coma me sentí muy triste, un gran amigo estaba muriendo.
Un amigo que se comunicaba conmigo todos los días escribiéndome en una de las últimas páginas de El País.
Acabo de escuchar que has muerto.Tú, compañero republicano, cuestionador constante te has ido.
Mi querido Pirucho. devoto tuyo, leía cotidianamente tu gacetilla todos los días y luego siempre me decía de tus comas y puntos, de tu utilización de los signos de puntuación.
Como sé que los republicanos y ateos os reunís en el cielo en la misma tertulia, ahora Pirucho y tú estaréis discutiendo sobre los signos de puntuación.
Un amigo que se comunicaba conmigo todos los días escribiéndome en una de las últimas páginas de El País.
Acabo de escuchar que has muerto.Tú, compañero republicano, cuestionador constante te has ido.
Mi querido Pirucho. devoto tuyo, leía cotidianamente tu gacetilla todos los días y luego siempre me decía de tus comas y puntos, de tu utilización de los signos de puntuación.
Como sé que los republicanos y ateos os reunís en el cielo en la misma tertulia, ahora Pirucho y tú estaréis discutiendo sobre los signos de puntuación.
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